Hace 5 años conocí de cerca la alopecia. En ese momento, me lancé a buscar tratamientos naturales, pero también me encontré con algo más profundo: las emociones detrás de la caída del cabello.
Hoy vuelve a aparecer en mi vida, pero ya no lo vivo desde el mismo lugar. En el 2020, mi caída fue detonada por la pandemia: el miedo a enfermarme, la sensación de no tener el control de mi cuerpo y además la presión de un salario reducido. Ahora, en este nuevo capítulo, el miedo viene de otro lado: el no sentirme segura financieramente, el quebrarme el pie, pasar meses sin poder moverme y tener que depender física y económicamente de mi pareja. Para alguien como yo, que desde niña aprendió a ser autosuficiente, perder esa identidad fue muy doloroso.
Y aunque lo he aceptado y agradecido, todavía siento que mi creatividad se bloquea. Mi cabello, igual que yo, ha estado en modo supervivencia. Y ahí entendí: no basta con cuidarlo con los mejores productos, aunque sean naturales; la verdadera raíz está en cómo nos cuidamos por dentro y en la mente. Además recordé, todo lo que conlleva nuestro cabello, sus ciclos, biodescodificación, etc.
El ciclo natural del cabello
Antes de hablar de lo emocional, me gusta recordar que el cabello tiene su propio ciclo de vida:
- Fase Anágena (crecimiento): donde el cabello crece activamente (1–1.5 cm al mes).
- Fase Catágena (transición): el crecimiento se detiene y el folículo se contrae.
- Fase Telógena (reposo): el cabello descansa y eventualmente cae para dar paso a uno nuevo.
Cada folículo vive este proceso entre 2 y 6 años, y lo hace de manera independiente, por eso no perdemos todo el cabello al mismo tiempo.
Lo normal es perder entre 50 y 100 cabellos al día. El problema aparece cuando la caída es excesiva y constante: ahí el cuerpo nos está hablando.
Lo que el cuerpo expresa a través de la caída
En mi experiencia —y también según la biodescodificación— la caída del cabello no siempre tiene una causa física. Muchas veces refleja emociones no resueltas:
- Estrés y ansiedad: cuando la vida cambia de golpe (mudanzas, rupturas, pérdidas, despidos).
- Miedo y desprotección: la sensación de no estar seguros, de no poder sostenernos.
- Pérdida de identidad: el cabello es parte de cómo nos vemos, perderlo puede doler como perder una parte de nosotros.
- Separación: duelos, distancias o incluso memorias familiares pueden reflejarse en el cuero cabelludo.
En mi caso, descubrí que cada etapa de caída coincidía con un gran miedo: primero, miedo a enfermar y perder el control; después, miedo a no tener suficiente para sostenerme.
Desde la ciencia y la emoción
La medicina reconoce que el estrés puede provocar dos situaciones comunes:
- Efluvio telógeno: el estrés hace que muchos folículos entren en fase de reposo, y semanas después se cae más cabello de lo normal.
- Alopecia areata: en algunos casos, el sistema inmunológico ataca los folículos, causando caída en parches.
La biodescodificación lo ve como un reflejo simbólico: el cuerpo suelta lo que la mente no se atreve a soltar. Y desde lo espiritual, la pérdida de cabello puede ser un recordatorio de que el control absoluto es una ilusión: la vida siempre nos pide soltar.
Cómo lo vivo y qué me ha servido
- Escuchar mi cuerpo: dejar de pelearme con la caída y observar qué me quiere decir.
- Agradecer lo que queda: mirar mi cabello como un aliado, no como un enemigo.
- Cuidar lo interno y lo externo: sí, uso productos naturales, pero también trabajo en liberar miedos y creencias.
- Afirmaciones y rituales: repetir frases como “mi cabello es fuerte, mi cuerpo me sostiene” o hacer infusiones y masajes como pequeños rituales de amor propio.
Reflexión final
La caída del cabello no es solo un tema estético, es un mensaje profundo del cuerpo. Cada hebra que se cae puede estar invitándonos a dejar atrás un miedo, un control o una etapa.
Hoy sigo transitando este proceso, pero ya no lo veo como una lucha perdida, sino como un recordatorio: no estamos aquí para sobrevivir… estamos aquí para vivir.
Hoy te invito a preguntarte:
✨ ¿Qué parte de mi vida estoy intentando controlar demasiado?
✨ ¿De qué necesito soltarme para renacer?
✨ ¿Qué me enseña mi cuerpo a través de mi cabello?
Recuerda: no estamos aquí solo para sobrevivir, sino para vivir plenamente.